En un Mundial no hay partido fácil, claro está, pero hay detalles, como los rivales que te tocan en octavos o cuartos de final, que marcan el devenir de las grandes selecciones. Brasil se ha librado completamente de un cuadro de la muerte tras certificar su pase como primera de grupo. La pentacampeona del mundo evita a España, a la que podía haberse cruzado en cuartos en caso de que los de Luis Enrique hubieran terminado líderes, y tendrá dos rivales, a priori inferiores, hasta semifinales.

El lunes, en el 974 Stadium, situado a diez kilómetros del centro de Doha, la canarinha se medirá a Corea del Sur, que remontó a Portugal de forma sorprendente y eliminó en el tiempo de descuento a Uruguay. La selección asiática, que no entraba en las quinielas para pasar a la siguiente ronda, era uno de los rivales deseados por Brasil, aunque los de Tite no se fían atendiendo a las grandes sorpresas que se están produciendo en el Mundial.

En caso de que Brasil gane a Corea, escenario bastante probable, su rival en cuartos saldrá del vencedor entre Japón y Croacia. Los nipones se han clasificado a octavos después de derrotar a Alemania y España, mientras que Croacia, finalista del último Mundial, sufrió hasta el último minuto para clasificarse a la siguiente ronda como segunda de grupo. En semifinales, siempre y cuando Brasil gane sus dos compromisos, Argentina asoma en el horizonte, en lo que sería, claramente, una final anticipada.