29/10/2014 | La Razon

No existe, ni para los jugadores que son los que entran a la cancha ni para las aficiones que quieren ver ganar a sus equipos, partido más esperado que el clásico Bolívar vs. The Strongest, que esta noche (20.00), en el estadio Hernando Siles, escribirá su capítulo 193 en la historia de la Liga.

Antes la propuesta era ir a ver a los dos “grandes” con jugadores de la talla de Ramiro Castillo u Ovidio Messa; Carlos Aragonés, Erwin Romero o Marco Etcheverry; Luis Galarza o Eduardo Angulo; Carlos Borja o Vladimir Soria; Carlos López o Julio César Baldivieso; Luis Cristaldo o Sergio Luna; y a tantos otros que sudaron la camiseta tratando de salir ganadores de tan emblemático partido.

Hoy la oferta tiene nombres diferentes: Juan Miguel Callejón y Pablo Escobar; Romel Quiñónez y Daniel Vaca; Nelson Cabrera y Fernando Martelli; Wálter Flores y Alejandro Chumacero; Juan Carlos Arce y Rodrigo Ramallo; y varios otros que están defendiendo las camisetas más importantes del fútbol boliviano.

Es el momento de la verdad. El partido más atrayente entre todos del cual se está hablando hace días y se seguirá haciéndolo en los posteriores. Ya sea que gane uno o que el otro se lleve los puntos. O por ahí que terminen igualados. La importancia siempre es grande, más aún si hay algunos condimentos que tienen que ver con sus intereses en el campeonato.

En el caso de Bolívar porque disputa la punta del certamen liguero. Con 21 unidades, está a tres de los dos líderes, Wilstermann y Oriente (24), y ganando hoy los alcanzaría, pero llegaría al primer lugar por tener mejor gol diferencia.

Para The Strongest (18), vencer también le sería valioso, pues con una victoria alcanzaría justamente a Bolívar en la tabla, y también quedaría muy cerca de los de arriba, firme para luchar en la recta final por alcanzar el título.

Este clásico en particular se dejó esperar mucho. Tenía que realizarse en la séptima jornada —correspondiente a la primera rueda— pero fue pospuesto por el cierre temporal del estadio Hernando Siles. A propósito. El partido servirá para el estreno oficial de la nueva cancha de Miraflores, más allá de que allí ya se han jugado tres partidos del campeonato desde que el césped quedó listo.

Con el partido de hoy, Bolívar y The Strongest igualarán la cantidad de cotejos jugados (13 cada uno) que tiene el resto, y después quedarán las últimas nueve jornadas del campeonato en las que se irá dilucidando poco a poco al futuro campeón.

Más allá de eso está la estadística que también entrará a jugar. La Academia quiere mantener la ventaja conocida —tiene 32 victorias más que su tradicional rival—, además por fin espera ganar este año, porque en los dos clásicos anteriores no lo hizo (empató uno y perdió el restante). Mientras el Tigre —ganador de cuatro títulos en los tres últimos años—, buscará seguir reduciendo la diferencia, algo que hizo en todo este tiempo en el que, en el clásico, le ha ido mejor que a su rival.

Ninguno va a querer regalar nada. Y además los dos saben que es un partido para no equivocarse, porque si lo hacen lo pueden pagar caro. En el clásico se juega más que los puntos en disputa. Está de por medio la histórica rivalidad. Es el Bolívar vs. The Strongest, el eterno gran choque. No importa en qué posición está cada uno. Es el partido aparte. Son los 90 minutos más esperados.

Los datos

En el Siles

La nueva cancha del estadio Hernando Siles será inaugurada oficialmente hoy. En ese escenario se jugará esta noche el clásico número 190 en la historia de la Liga. En el pasado hubo dos en Tembladerani y uno en Achumani.

El árbitro

El cruceño Joaquín Antequera fue designado árbitro del Bolívar vs. The Strongest. Será su octavo clásico paceño. Entre los referís en actividad, el que más dirigió este partido es Alejandro Mancilla, con nueve; Óscar Maldonado también tiene siete.

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